¿Qué pasó con ese final?

A ver, sin spoilers, realmente siento que ví una serie hasta el capítulo 49 y a partir de la mitad del 50, ví algo completamente diferente. El final se sintió apresurado, como si quisieran sacarselo de encima, y no fue ni la mitad de satisfactorio que prometía ser. Fue más parecido a una montaña rusa de emociones que a un cierre de verdad. Por otro lado, entiendo las críticas al personaje de Yu-Ri, porque también comienza de una forma y termina en el extremo opuesto de la misma.

Pero, a pesar de todo esto, no me arrepiento de haberla visto. Porque, en general, es una historia intrigante que puede rayar en la absurdidad del culebrón, pero eso no la vuelve menos intensa. Al contrario, sostiene el suspenso y la expectativa de ver a los villanos caer y a los héroes salirse con la suya. Un factor muy bueno también, es que tiene personajes interesantes y la música está excelente.

Aún así, no volvería a verla.

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Un gran comienzo

El primer k-drama donde conocí a Jang Keun Suk, y ya no dejé de ver todo en lo que aparece. La serie es divertida, entretenida y tiene hermosos momentos tanto románticos como dramáticos (en más de uno lloré). Todos los personajes tienen un gran desarrollo, y la banda sonora es alucinante. En general, me gustó muchísimo la química del grupo y como cada uno tiene su personalidad bien definida, sin por eso ser estereotipos andantes. Lo recomiendo mucho como primer serie de este estilo, y de sus adaptaciones, sólo vi la japonesa porque aparece Sukkie (Keun-Suk) en el capítulo 8.

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Todo puede cambiar en un segundo

Partiendo del concepto de que la vida cambia en un segundo y a 0.001 centímetros de distancia, esta película nos lleva por el frenesí de cuatros personajes que se cruzan y se desvían varias veces antes de finalmente reconocerse. Son dos historias de amor, al menos de los inicios de ellos, que se centra mucho en lo que sucede individualmente con los sentimientos. Así también, se centra en cómo las cosas que nos pasan, nos afectan y nos cambian para siempre. Es hermosa porque es sencilla y realista, sin por eso ser aburrida. La banda sonora es muy buena, y el cover de "Dreams" es probablemente lo más hermoso que te vas a encontrar. Así también, el manejo del director de las cámaras y los tiempos es fresco, y nos saca mucho de la postura hollywoodense que abunda. Un regalo.

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Todo ciclo se repite, incluso el de las diferencias sociales

Bueno, el momento musical fue extraño. Aún así, me pareció una muy buena película en general. Toca muchos temas, pero lo hace de forma consciente y prolija, sobretodo en lo que tiene que ver con las diferencias de clase, las expectativas familiares y los vínculos entre seres humanos. Siendo los cerdos muertos, además de un evento real, una especie de alegoría sobre las grandes corporaciones y el individuo promedio. Mientras se desperdicia comida, hay gente luchando por sobrevivir. A niveles generales, las actuaciones son muy buenas y hay más de una historia que nos mantiene intrigados por saber qué va a suceder con sus protagonistas. Porque, de nuevo, aunque puede ser muy surreal y cómico, lo más idealista de toda la cinta, es ese final. La música en general tiene algunos puntos buenos, aunque no son la mayoría, pero sin duda la fotografía es un gran plus. Aunque no vi mucho de "Aves de presa", ya en esta cinta se deja ver un estilo visual de la directora, y eso me gustó mucho.

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Excelente introducción al director.

Una belleza. Sinceramente es una de esas películas que sólo vi una vez pero se quedó en mi corazón para siempre. Si, no es particularmente dinámica, pero siento que lo que transmite tiene mucho que ver con la idea generalizada de lo que significa la muerte para muchos: Una especie de detención en el tiempo. Y es precisamente eso lo que se registra. Incluso en la fabricación tan artificial de los recuerdos, está la subjetividad de cada uno, que al ver esos trucos tan pobres, quedan maravillados y expresan que era "exactamente así" como lo recordaban. A mí, particularmente, me trajo a la memoria el cuento de las dos amigas que recuerdan el mismo dibujo en la pared de su antiguo colegio aunque con colores diferentes, y al llegar a confirmar quién tiene razón, descubren que el dibujo era en blanco y negro. La memoria es así para muchos, una construcción ideal de aquello que apenas se recuerda. Y, esta película expresa maravillosamente eso. Porque no es el recuerdo en sí lo que los mueve, si no las personas en ellos. Es preciosa.

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El mejor dorama escolar que haya existido.

Bueno, es maravillosa. La primer temporada es un lujo en todo sentido. Para alguien como yo, que desconocía la existencia del anime o del manga original de la obra, esto fue un hallazgo precioso. No sólo por sus actuaciones, o el hecho de que co-existieran en el mismo universo tantos Johnny's, si no porque cada capítulo da una enseñanza de vida excelente sobre la amistad, el honor y la justicia. Sin mencionar que tiene una de las mejores canciones de cierre que haya escuchado hasta hoy (y ya llevo 14 años de ver doramas). Todavía se me pone la piel de gallina cuando escucho el "I SAAAAAY", me encanta. Transmite toda la buena energía y alegría que en general logra la serie. Pero, además, nos deja un gancho que de haber continuado habría sido excelente (me refiero a Sawada). Matsumoto Jun como Sawada Shin es, sin duda, el mejor de los protagonistas de todas las temporadas, y tiene también la mejor escena de "descubrimiento" de las tres. Por otro lado, amo volver a ver a una Kumiko tan joven y el tanto el anteúltimo como el último capítulo me hicieron llorar fuerte. Recomiendo mucho verla aunque sea una vez en la vida (hasta le dediqué una entrada en mi blog).

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Una vuelta interesante.

Aunque algunas líneas argumentales de los personajes se repiten (porque es la misma historia), los cambios son interesantes y lograron otra dinámica para hablar de la amistad entre los compañeros, ahora dentro del mismo grupo. La interpretaciones de Akinishi y Kamenashi que pasan de rivales a un dueto casi cómico son excelentes. Se nota mucho la buena química entre ambos, aún cuando esto parezca más la introducción de la nueva generación de Johnny's (siendo la primera, la anterior) y varios de los conflictos de los personajes están bien desarrollados. Mi momento favorito es el entrenamiento para entrevistas, sin dudarlo. Pero también tiene buenas adhesiones con la introducción de un interés amoroso para Tetsu, y la vuelta de caras tan conocidas como queridas de la primer temporada. Por otro lado, la música tampoco está mal y el ending es muy pegadizo.

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Quizás, ya fue suficiente

Bueno, para esta altura, ya estábamos acostumbrados a que la historia fuera "la misma" pero un poco más compleja, porque en realidad servía como plataforma para la nueva generación de Johnny's del momento. Y, si bien tiene adiciones interesantes como la presentación de Miura Haruma como Kazama Ren y toda la historia con su hermana (que no es otra que la gran Yamada Yu, actual esposa de Oguri Shun), no va mucho más allá. El formato es el mismo, los estereotipos se repiten, y la única diferencia es en el conflicto grupal. Si en la primera eran un grupo unido de 5, y en la segunda eran un grupo de 5 con un miembro excluido, ahora son dos grupos de 3 que se vuelven un grupo unido de 6. Es meramente numérica la cuestión, ya no tenia mucho más para ofrecernos. Sin embargo, considero que tiene algunos momentos de comedia bien logrados (como el maid café, o la presentación de la hermana de Kazama).

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Podría no haber existido

Vayamos a la concreto. La crítica es que no aporta nada a lo que ya se conocía. Y si la tercer parte ya había sido mucho, la película es simplemente descartable. Aún cuando dentro del elenco sumaron un montón de personajes antiguos, hay un límite para jugar la carta de la nostalgia en el espectador. Éste fue el mío. No creo que la cinta sea mala en sí, pero, sirve más para llamar la atención del público que no haya visto la serie (a que la vean), que lo que aporta como interesante al público que ya la vió. Además de que tiene un cameo que nadie se esperaba, sobre el final, o al menos no de esa forma. Y tampoco sabe jugar bien la carta de la nostalgia, porque todos los cameos que vemos son tan breves como oportunos para la trama. En definitiva, no es algo que recomendaría a un amante de la serie, pero tampoco creo que sea horrible. Simplemente, me pareció olvidable.

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Ahora cuando me dicen "Robin Hood", pienso en esto

¿Por dónde empezar? Voy a sacar lo obvio de en medio. La química de Kang Ji Hwan y Sung Yu Ri es excelente, al punto de que nos regalaron el volver a verlos juntos en otras dos oportunidades. Pero, yendo a la serie en sí, disfruté muchísimo las dos veces que la ví. No sólo porque es un drama histórico bien hecho a nivel producción, si no porque todos los detalles están bien cuidados. La música es excelente, y las baladas de Teayeon y Park Wan Kyu siguen dándome piel de gallina cuando las escucho. Porque, aunque no es el tema principal de la historia, la trama de amor del trío protagonista es desgarradoramente injusta prácticamente a lo largo de toda la serie. Todos nos dan pena, todos nos hacen llorar. Sí, es de esas series. A niveles generales, la acción está bien desarrollada y lo más atrapante son las historias de traiciones y engaños dentro de las altas esferas de poder, y cómo Gil Dong (sin quererlo mucho, al comienzo) interviene para cambiar las cosas de una vez y para siempre. El camino del héroe en su máximo esplendor, un personaje del que no se esperaba nada comienza un camino hacia la grandeza, pero no sin encontrarse más de un enemigo y más de una dificultad. Y cargando, además, con el mote de ser "el hijo bastardo".

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La segunda parte, a la altura de la primera

Quizás una de las pocas veces en que podemos decir que la segunda es tan buena como la primera. Si bien sigue los lineamientos de la obra de Kaoru, y el final es el que ella había pensado, la impronta de la serie cambia completamente. Porque, si bien podría haber quedado en un "vivieron felices por siempre", se decide mostrar que el felices puede tener muchos intervalos de tristeza, dudas y miedos, lo cual hace que esta temporada sea mucho más realista y (hasta cierto punto) madura. Porque aunque vemos cómo las cosas cambian en la vida adulta de los personajes, también somos testigos de lo mucho que le cuesta a Xiang Qin "crecer". Y eso añade mucho al componente más melodramático, pero también infantil de la historia. Lo único que quizás le criticaría es que varios personajes que resultaban de peso en la primera parte quedan literalmente "pintados" en el fondo en esta segunda. Por otro lado, amé cada segundo que vemos a Zhi Shu ser amoroso, atento e incluso verlo (por primera vez) sufrir de verdad. Sonará morboso, pero creo que es una muestra de lo mucho que avanza el personaje entre una temporada y la otra. De nuevo, la química con Ariel es perfecta.

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Quién diría que la adaptación más fiel, no iba a ser del origen de la obra.

La vi dos veces, completa, y cada vez la encuentro mejor. Seguramente tiene que ver con mi amor por lo dramático. Es verdad, que a quien no le guste mucho el melodrama, probablemente se horrorice de la cantidad de veces que las cosas avanzan para luego retroceder. Pero a quienes nos enganchamos con telenovelas de latinoamérica, nos encanta.
Lo que vuelve tan especial a esta serie en particular, es la construcción de su protagonista masculino. Zhi Shu comienza siendo un chico desagradable, engreído y egoísta, para poco a poco convertirse en un hombre atento y amable. Lo que cambia entre el primer y el último capítulo es descomunal, y lo que más se disfruta es que cambia a través de Xiang Qin. Si bien ella soporta cosas que ninguna debería en la vida real, lo que nos hace conectar con ella es que su amor es tan puro como platónico, y en la adolescencia, la mayoría hemos experimentado algo similar (de nuevo, no es sano en esos niveles, pero se le perdona por ser ficción). Por otro lado, sigue siendo la adaptación más fiel a la obra de Tada Kaoru y la química entre Ariel y Joe no tiene rival aún hoy en día.

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