Bueno, es maravillosa. La primer temporada es un lujo en todo sentido. Para alguien como yo, que desconocía la existencia del anime o del manga original de la obra, esto fue un hallazgo precioso. No sólo por sus actuaciones, o el hecho de que co-existieran en el mismo universo tantos Johnny's, si no porque cada capítulo da una enseñanza de vida excelente sobre la amistad, el honor y la justicia. Sin mencionar que tiene una de las mejores canciones de cierre que haya escuchado hasta hoy (y ya llevo 14 años de ver doramas). Todavía se me pone la piel de gallina cuando escucho el "I SAAAAAY", me encanta. Transmite toda la buena energía y alegría que en general logra la serie. Pero, además, nos deja un gancho que de haber continuado habría sido excelente (me refiero a Sawada). Matsumoto Jun como Sawada Shin es, sin duda, el mejor de los protagonistas de todas las temporadas, y tiene también la mejor escena de "descubrimiento" de las tres. Por otro lado, amo volver a ver a una Kumiko tan joven y el tanto el anteúltimo como el último capítulo me hicieron llorar fuerte. Recomiendo mucho verla aunque sea una vez en la vida (hasta le dediqué una entrada en mi blog).