Desde el inicio sabía que este drama se convertiría en uno de mis favoritos por siempre, y años después lo sigue siendo.
Cuando lo comencé ya había escuchado buenos comentarios de él pero ni siquiera conocía bien la historia, solo quería verlo por el cliché de contrato matrimonial, pero el drama es mucho más que eso. Fue mi primera vez conociendo a Lee Min Ki como actor y a casi todo el cast igual, a excepción de Jung So Min quien para mi seguía siendo Oh Ha Ni, por lo que todo fue fresco y nuevo tal como la historia del drama.

Hay tanto que disfruté ver en este drama y que se maneja tan bien que en conjunto hizo que lo amara demasiado. Primero que nada los personajes son reales, tienen sus debilidades y defectos como cualquier otro, y a lo largo del drama los conocemos en diferentes facetas. El drama nos presenta a tres parejas completamente diferentes unas de las otras, y las tres me gustaron de principio a fin. Tambien tenemos a personajes femeninos INCREÍBLES entre ellas Soo Ji quien es estoy segura, una de las mejores en la historia de los kdramas.

A lo largo del drama aprendemos diferentes lecciones que aparecen en la historia, no como un sermón sino como un golpe de realidad, en donde en ocasiones no se puede hacer mucho mas que aprender a soportarlo, o como hacen los personajes: reúnen valor y los enfrentan. Acoso sexual, machismo laboral, patriarcado familiar, problemas económicos, el valor y la importancia del matrimonio en la actualidad son algunos de estos problemas.

La pareja en especial tiene una química bastante peculiar, es extraña pero no al punto de ser incómoda. Me encantó como ellos son tan diferentes entre sí pero comparten intereses y se entienden ya que tienen buena comunicación a pesar de que recién se conocen pero ya están casados. En conclusión, no puedo mencionar todo lo que me gustó del drama porque esos pequeños detalles y momentos que ya no recuerdo son los que hacen que quiera verlo de nuevo.