Cuatro años tuvimos que esperar para que Lee Jeong-beom nos ofreciera otra dosis de acción tras la apabullante muestra de talento que supuso El Hombre sin Pasado.

Sin embargo, El Redentor es una película que se queda a medio camino por culpa de un guion que no termina de desarrollar sus posibilidades y por una excesiva tendencia al melodrama que resta fuerza y potencia al conjunto, sobre todo a un protagonista absurdamente consumido por una angustia exagerada y poco creíble.

Sin embargo, solo por las bien realizadas escenas de acción ya merece la pena. Aunque podría haber sido mucho más.