"Precioso y conmovedor" le queda corto
Esta serie es todo lo que un slice of life puede ser. Es tan optimista como aparenta, pero también es una montaña rusa de emociones. La trama es sencilla, gira en torno a la idea de que cada personaje busca qué quiere hacer con su vida y el sentido de ésta. Hay algunos que están perdidos o que tienen sueños frustrados. Lo hermoso de la serie es ver cómo cada uno se embarca en un viaje interior por lograr dilucidar la manera de resolver sus propios conflictos, y todos están vinculados entre sí de alguna forma. El mensaje es hermoso pero se da de una forma realista que se contrapone al optimismo fantasioso.
Deok Chul es el abuelito que se roba el corazón de cualquiera con su simpatía, ternura y determinación. Chae Rok tiene una evolución de personaje conmovedora. El trabajo de ambos actores, Park In Hwan y Song Kang, es excelente y la química entre ellos con su dinámica de abuelo/nieto es ADORABLE. De los secundarios, que en general son tan queribles como los protagonistas, irónicamente los que más me gustaron fueron los que peor caen al principio; a la esposa de Deok Chul pasé de odiarla a amarla y admirarla, Seong Gwan, el hijo médico de ese matrimonio, que al principio ni pinta, termina siendo el mejor hijo para mí, y Ho Beom, el "bully", para su poco tiempo en pantalla es excelente su desarrollo.
Visualmente es una serie preciosa, el pacing es tranquilo pero te deja enganchado para ver el siguiente episodio, la música es muy bonita. Solamente puedo criticarle que se nota cuándo es Song Kang el que baila y cuándo en los cambios de tomas es un doble (aunque se nota la preparación del actor para el rol de bailarín de ballet, en serio).
En fin, hermosa serie.
Deok Chul es el abuelito que se roba el corazón de cualquiera con su simpatía, ternura y determinación. Chae Rok tiene una evolución de personaje conmovedora. El trabajo de ambos actores, Park In Hwan y Song Kang, es excelente y la química entre ellos con su dinámica de abuelo/nieto es ADORABLE. De los secundarios, que en general son tan queribles como los protagonistas, irónicamente los que más me gustaron fueron los que peor caen al principio; a la esposa de Deok Chul pasé de odiarla a amarla y admirarla, Seong Gwan, el hijo médico de ese matrimonio, que al principio ni pinta, termina siendo el mejor hijo para mí, y Ho Beom, el "bully", para su poco tiempo en pantalla es excelente su desarrollo.
Visualmente es una serie preciosa, el pacing es tranquilo pero te deja enganchado para ver el siguiente episodio, la música es muy bonita. Solamente puedo criticarle que se nota cuándo es Song Kang el que baila y cuándo en los cambios de tomas es un doble (aunque se nota la preparación del actor para el rol de bailarín de ballet, en serio).
En fin, hermosa serie.
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