Magnífica
Pufff no sé por dónde empezar. Quizás por el final.
Tras 18 años de larga espera llega el momento deseado.
Cada una de las historias personales quedan finiquitadas de una manera magistral. Algunas completamente inesperadas, eso sí. Pero muy acorde con los caracteres de los personajes.
Una venganza cocinada a fuego lento.
Drama cien por cien recomendable, si no buscas el clásico romance y sí acción y suspense.
En cuanto a estos ocho últimos capítulos, he de decir que me costó entrar de nuevo en la serie. Esto se puede deber al parón, intencionado, por parte de los señores de Netflix. Cosa que no llego a entender. Pero retomando el hilo, una vez que te enganchas nuevamente ya no hay respiro hasta el desenlace. Capítulo tras capítulo ves cómo la trama va in crescendo.
La elección por parte del encargado de casting para la serie, me parece fantástico, desde la hierática e inmutable Moon Dong Eun (Song Hye-kyo) hasta la entrañable Kang Hyun Nam (Yeom Hye-ran) pasando por el maravilloso Joo Yeo-jeong (Lee Do Hyun). Todos y cada uno de los actores son magníficos.
Y, para ir terminado esta reseña, no podía dejar pasar la noticia relacionada con el director Anh Gil Ho, quien, para echar más leña al fuego, ha sido denunciado por unos antiguos compañeros de colegio debido a un caso de acoso escolar en el que él mismo está involucrado y del que ha pedido perdón.
¡Qué más le falta a este drama! ¿Una buena OST?
Tras 18 años de larga espera llega el momento deseado.
Cada una de las historias personales quedan finiquitadas de una manera magistral. Algunas completamente inesperadas, eso sí. Pero muy acorde con los caracteres de los personajes.
Una venganza cocinada a fuego lento.
Drama cien por cien recomendable, si no buscas el clásico romance y sí acción y suspense.
En cuanto a estos ocho últimos capítulos, he de decir que me costó entrar de nuevo en la serie. Esto se puede deber al parón, intencionado, por parte de los señores de Netflix. Cosa que no llego a entender. Pero retomando el hilo, una vez que te enganchas nuevamente ya no hay respiro hasta el desenlace. Capítulo tras capítulo ves cómo la trama va in crescendo.
La elección por parte del encargado de casting para la serie, me parece fantástico, desde la hierática e inmutable Moon Dong Eun (Song Hye-kyo) hasta la entrañable Kang Hyun Nam (Yeom Hye-ran) pasando por el maravilloso Joo Yeo-jeong (Lee Do Hyun). Todos y cada uno de los actores son magníficos.
Y, para ir terminado esta reseña, no podía dejar pasar la noticia relacionada con el director Anh Gil Ho, quien, para echar más leña al fuego, ha sido denunciado por unos antiguos compañeros de colegio debido a un caso de acoso escolar en el que él mismo está involucrado y del que ha pedido perdón.
¡Qué más le falta a este drama! ¿Una buena OST?
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